Dos Errores Si tenemos delante de nuestros ojos la realidad de la vida humana evitaremos dos errores opuestos: por una parte el materialismo, por otra el espiritualismo exagerado. Los espiritualistas exagerados se lamentan afirmando que el mundo está demasiado corrompido, que la gente va sólo tras los intereses materiales, que la preocupación por el pan es más importante que la oración y los encuentros espirituales. Concluyendo, se arriesgan a hacer bonitas homilías, pero alejadas de los problemas de cada día. Los materialistas por el contrario plantean: sin el pan no se vive, sin los ideales sí ; Los pensamientos muy bonitos o son juegos de la fantasía o se producen para justificar escandalosas diferencias sociales. Por eso a la religión la catalogan como opio de la humanidad, droga que sirve para olvidarse de las verdaderas preocupaciones. La gente prudente y realista evita ambos extremos: «Preocúpate de la seguridad material, pero deja tiempo libre para los intereses espirituales». Ese es el objeto del domingo para el hombre de fe. Pero ya Platón, un pagano, declaró que las fiestas son un don del cielo para poder reflexionar sobre lo que no es material. Se trata, por lo tanto, de una razonable distribución del tiempo para una y otra actividad. Con todo, no tenemos que entender esta distribución del tiempo como una separación radical. Y ambas actividades -las espirituales y la materiales- son las dos caras de la misma persona que las realiza. *** desconozco su autor *** En toda vida humana viene implícito lo material y lo espiritual. Porque estamos hechos de cuerpo y espíritu. Procuremos darnos tiempo para cumplir ambas facetas de manera equilibrada…
21 jun 2011
Publicado por María en 23:41
Etiquetas: Reflexiones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario