Marcial Salaverry
3 jul 2011
Simplemente un pensamiento
Marcial Salaverry
Publicado por María en 22:20 0 comentarios
Etiquetas: Reflexiones
Me caí del mundo y no sé por dónde se entra.
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.
Eduardo Galeano ( periodista y escritorUruguayo)
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Talento
Un joven compositor acudió en cierta ocasión a Mozart
para que le dijera cómo desarrollar su talento
Le aconsejaría que empezara con cosas sencillas
_ le dijo el compositor _ Canciones, por ejemplo.
_ Pero usted componía sinfonías cuando era apenas un niño!
_ protestó el otro.
_ Es muy cierto, pero yo no tuve que acudir a nadie
para que me dijera cómo desarrollar mi talento.
Anthony de Mello.
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Admitelo
Un anciano que tenia un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte.
Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.
Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas.
Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo:
"El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".
El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta el entre la multitud y lo aparto discretamente para decirle en voz baja: "Querido, estas mirando un espejo".
Moraleja: Nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás, debemos mirarnos en el espejo mas a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor de corregirlas.
Autor: Desconocido
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El árbol de los milagros.
Un viajero muy cansado se sienta bajo la sombra de un árbol
sin imaginarse que iba a encontrar un árbol mágico, 'El Árbol
que convierte en realidad los deseos'.
Sentado sobre la tierra dura, el pensaba que sería muy
agradable encontrarse una cama mullida.
Al momento, esta cama apareció al lado suyo.
Asombrado el hombre se instaló y dijo que el colmo de
la dicha sería alcanzado, si una joven viniera y masajeara
sus piernas tullidas.
La joven apareció y lo masajeó de una manera muy
agradable
- Tengo hambre, -dice el hombre,- y comer en este momento
sería con seguridad, una delicia.
Una mesa surgió, cargada con alimentos suculentos.
El hombre se alegra. Come y bebe. Su cabeza se inclina
un poco. Sus párpados, por la acción del vino y la fatiga,
se cierran. Se dejó caer a lo largo de la cama y pensaba
ahora en los maravillosos eventos de este extraordinario
día.
- Voy a dormir una hora o dos -se dice él-. Lo peor sería
que un tigre pasara por aquí mientras duermo.
Un tigre aparece enseguida y lo devora.
Todos tenemos un Árbol de deseos que espera cumplir
nuestras órdenes.
Tengamos pensamientos positivos.
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UNA MUJER SABIA
Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes. Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi existencia como ahora.
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La Ancianita y sus semillas
La Ancianita y sus semillas
Había una vez un hombre que subía cada día al autobús para ir al trabajo.
Una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba al lado de la ventana
La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto, iba tirando algo por la ventana.
Siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre le preguntó qué era lo que tiraba por la ventana.
¡Son semillas! - le dijo la anciana. ¿Semillas? ¿Semillas de qué?
- De flores… es que miro afuera y está todo tan vacío…Me gustaría poder viajar viendo flores durante
todo el camino. ¿Verdad que sería bonito?
- Pero las semillas caen encima del asfalto, las aplastan los coches, se las comen los pájaros…
¿Cree que sus semillas germinarán al lado del camino?
- Seguro que sí. Aunque algunas se pierdan, alguna acabará en la cuneta y, con el tiempo, brotará.
- Pero…tardarán en crecer, necesitan agua…
- Yo hago lo que puedo hacer. ¡Ya vendrán los días de lluvia! La anciana siguió con su trabajo…
Y el hombre bajó del autobús para ir a trabajar, pensando que la anciana había perdido un poco la cabeza ..
Unos meses después, yendo al trabajo, el hombre, al mirar por la ventana, vio todo el camino lleno de flores…
¡Todo lo que veía era un colorido y florido paisaje!
Se acordó de la anciana, pero hacía días que no la había visto.
Preguntó al conductor: - ¿La anciana de las semillas?
- Pues, ya hace un mes que murió.
El hombre volvió a su asiento y siguió mirando el paisaje.
«Las flores han brotado, se dijo, pero ¿de que le ha servido su trabajo? No ha podido ver su obra».
De repente, oyó la risa de un niño pequeño. Una niña señalaba entusiasmada las flores…
- ¡Mira, papá! ¡Mira cuántas flores!
¿Verdad que no hace falta explicar mucho el sentido de esta historia?
La anciana de nuestra historia había hecho su trabajo, y dejó su herencia a todos los que la pudieran recibir,
a todos los que pudieran contemplarla y ser más felices.
Dicen que aquel hombre, desde aquel día, hace el viaje de casa al trabajo con una bolsa de
semillas que va arrojando por la ventanilla.
No dejes de sembrar cosas buenas… Alguien siempre recogerá tu siembra….
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AMISTAD
A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un viejecito que se encuentra descansando: ¿Qué clase de personas hay aquí?
El anciano le pregunta: ¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tú vienes?
"Oh, un grupo de egoístas y malvados" replicó el joven.
"Estoy encantado de haberme ido de allí".
A lo cual el anciano comentó: "Lo mismo habrás de encontrar aquí".
Ese mismo día, otro joven se acercó a beber agua al oasis, y viendo al anciano, preguntó:
¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta: ¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tú vienes?
"Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado".
"Lo mismo encontrarás tú aquí", respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cuál el viejo contestó:
Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí.
Aquel que encontró amigos allá podrá encontrar amigos acá.
Autor: Desconocido
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Se como la Liebre
Se como la Liebre Un día, una joven dando un paseo por el monte, vio sorprendida que una pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre mal herido que no podía valerse por sí mismo. Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre. Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta. Admirada por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo: - "No todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas." Así que la joven decidió rehacer la experiencia. .. se tiró al suelo, simulando que estaba herida, y se puso a esperar que pasara alguien y la ayudara. Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Siguió así durante todo el día siguiente... y el siguiente... Ya se iba a levantar, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, cuando sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo y la tristeza del abandono. Su corazón estaba devastado, ya casi no tenía fuerzas para levantarse, entonces allí, en ese instante, oyó... ¡Con qué claridad, qué hermoso! ...era una voz, muy dentro de ella, que decía: - "Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad... deja de hacer de tigre y simplemente sé la liebre." Autor Desconocido
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Los obstáculos en nuestro camino.
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¡¡¡ No dejes de brillar nunca !!!
Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía
rápido con miedo de la feroz depredadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.
Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía ... En el tercer día, ya sin fuerzas,
la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro dar éste precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar
dijo la serpiente ... !!
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia pregunto la luciérnaga?
- No, contestó la serpiente....!!
- ¿Yo te hice algún mal dijo la luciérnaga?
- No, volvió a responder la serpiente.
- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
- ¡¡¡Porque no soporto verte brillar...............!!!
-MORALEJA -
Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos: ¿Por
qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo ni daño a nadie?
Sencillo es de responderte. Porque no soportan verte brillar!!
La envidia, amigos queridos, es el peor sentimiento que podemos tener: Que envidien tus
logros y tus éxitos. Que envidien verte brillar!
Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tu mismo, continúa y sigue dando
lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te
hieran, sigue brillando y no podrán tocarte... porque tu luz seguirá intacta. Tu esencia
permanecerá, pase lo que pase......... continua siempre así y serás un triunfador.
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La Carreta Vacía
Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿Escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es - dijo mi padre-, es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre.: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, sí aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y existen personas tan pobres, que lo único que tienen es dinero y nadie está más vacío que aquél que está lleno de egoísmo.
Autor Desconocido
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ALEJANDRO MAGNO
1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época. 2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y... 3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos. Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones. Alejandro le explicó: 1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar. 2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen. 3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo. Agrego,.. El tiempo , es el tesoro más valioso que tenemos porque es limitado. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo. Al morir nada material te llevas, te llevaras las buenas acciones que supiste realizar. Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida . El mejor regalo que le puedes dar a alguien ,...es tu tiempo......y por eso te lo envío a vos
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Leyenda Japonesa
Cierto día apareció por allí un guerrero con fama de ser el mejor en su género. Era conocido por su total falta de escrúpulos y por ser un especialista en la técnica de la provocación. Este guerrero esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y después con una inteligencia privilegiada para captar los errores del contrario atacaba con una velocidad fulminante. Nunca había perdido un combate.
Sabiendo de la fama del viejo samurai, estaba allí para derrotarlo y así aumentar su fama de invencible. El viejo aceptó el reto y se vieron en la plaza pública con todos los alumnos y gentes del lugar. El joven empezó a insultar al viejo maestro. Le escupió, tiró piedras en su dirección, le ofendió con todo tipo de desprecios a él, sus familiares y antepasados. Durante varias horas hizo todo para provocarlo, pero el viejo maestro permaneció impasible. Al final de la tarde, exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró.
Los discípulos corrieron hacia su maestro y le preguntaron cómo había soportado tanta indignidad de manera cobarde sin sacar su espada, asumiendo el riesgo de ser vencido.
-Si alguien te hace un regalo y tu no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo? -preguntó el samurai.
-A quién intentó entregarlo -respondió un discípulo.
-Pues lo mismo vale para la rabia, la ira, los insultos y la envidia -dijo el maestro-, cuando no son aceptados continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.
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Un cuento
"Es muy simple. Mi padre, un brillante abogado,
quería que yo fuera como él.
Mi tío que tenía un alto puesto comercial, quería que yo siguiera su ejemplo.
Mi madre deseaba que yo fuera la imagen de su adorado padre.
Mi hermana siempre me citaba a su marido como ejemplo de un hombre de éxito.
Mi hermano trataba de entrenarme para que yo fuera un buen atleta como él.
Y lo mismo ocurría con mis profesores en la escuela, el maestro de piano,
el tutor de inglés; todos estaban convencidos y seguros
de que eran el mejor ejemplo a seguir.
Nadie me miraba como se debe mirar a un hombre,
sino como se mira un espejo.
Así fue que decidí internarme en este asilo.
Por lo menos aquí puedo ser yo mismo."
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LEYENDA
Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media, un hombre muy virtuoso
fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el
verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso, desde
el primer momento buscaron a un "chivo expiatorio" para encubrir al
verdadero culpable.
El hombre fue llevado a juicio, ya conociendo que tendría escasas o
ninguna oportunidad de escapar al terrible veredicto: ¡LA HORCA!
El Juez, también cómplice, cuidó de dar todo el aspecto de un juicio
justo y por esta razón le dijo al acusado:
"Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en
manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las
palabras culpable e inocente. Tu escogerás uno de ellos y será la mano de
Dios la que decida tu destino"
Por supuesto, el funcionario corrupto había preparado dos papeles con la
misma leyenda: "CULPABLE" y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles,
se dio cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había
escapatoria. El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados.
Éste inspiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con
los ojos cerrados pensando, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse,
abrió los ojos y con una extraña sonrisa, escogió y agarró uno de los
papeles y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.
Sorprendidos e indignados los presentes, le reprocharon airadamente.
Pero... ¿qué hizo?... ¿Y ahora?... ¿Cómo vamos a saber el veredicto?
"Es muy sencillo" respondió el acusado, "Es cuestión de leer el papel
que queda y sabremos que decía el que yo escogí"
Con rezongos y disgustos mal disimulados, tuvieron que liberar al
acusado, y jamás volvieron a molestarlo.
*_Moraleja_: * Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejemos de buscar
la salida ni de luchar hasta el último momento.
¡¡¡ SE CREATIVO !!!
CUANDO TODO PAREZCA PERDIDO,
USA LA IMAGINACIÓN.
(En los momentos de crisis: "Sólo la imaginación es más importante que el conocimiento" Albert Einstein)
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La paradoja de estos tiempos modernos
La paradoja de nuestro tiempo en la historia es que:
Tenemos edificios más altos, pero temperamentos más cortos.
Autopistas más amplias, pero puntos de vista más estrechos
Gastamos más, pero tenemos menos.
Compramos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas; más comodidades, pero menos tiempo.
Tenemos más estudios, pero menos sensatez; más conocimientos, pero menos juicio.
Tenemos más expertos, pero más problemas; más medicina, pero menos bienestar.
Multiplicamos nuestras posesiones, pero reducimos nuestro valores.
Aprendimos como ganarnos la vida, pero no aprendimos a vivir.
Agregamos años a la vida, pero no vida a los años.
Hemos recorrido la distancia de ida y vuelta a la Luna, pero tenemos
problemas para cruzar la calle y conocer al nuevo vecino.
Conquistamos el espacio exterior, pero no el espacio interior.
Limpiamos el aire, pero no pulimos el alma.
Dividimos el átomo pero no nuestros prejuicios.
Tenemos ingresos más altos, pero morales más bajas.
Somos altos en cantidad, pero bajos en calidad.
Estos son los tiempos de hombres altos, pero caracteres cortos;
Estos son tiempos de paz mundial, pero de guerra doméstica
De más tiempo libre, pero menos diversión; de diversidad de alimentos, pero menor nutrición
De casas más divertidas, pero de hogares rotos.
Es un tiempo en el que hay mucho en el escaparate, pero nada en el depósito de reserva.
Un tiempo en que la tecnología puede llevar estas líneas hasta ti y un tiempo
en que puedes elegir entre hacer la diferencia o solamente ignorar.
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Amor verdadero
Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer. Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
-No, -me dijo-. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado:
-Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió, y dándome una palmadita en la mano me dijo:
- Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.
Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía, y pensé: "Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no volverá a ser."
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